Algunas veces sospecho que no concuerdo con
la imagen que los demás tienen de mi. Últimamente me siento una persona oscura,
gris... mi última costilla de inocencia me la arrebató aquél señor de ojos
perversos, y la glándula de credulidad me la extirpó un fulano, cuando me dio
la espalda rompiendo sus promesas de eternidad.
Tengo la cítrica sensación de que mis mariposas están añejas y un
poco vencidas por el desanimo se han echado a dormir. Supongo que está bien,
así dejaran de darme alarmas falsas.
Sospecho que no concuerdo con la imagen que los demás tienen de
mí, la niña dulce y tierna descansa debajo de las suelas de mis zapatos.