"LaS PaLaBrAS tAmBiéN sOn CaMiNoS"
Sensible al discreto encanto de las pequeñas cosas…
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lunes, 13 de agosto de 2012

La verdad de la milanesa...

Y estoy sola y un poco cansada de las frases hechas y las palabras elegantes. Lamentablemente creo que no puedo hacer a un lado el sentimentalismo y la cursilería porque creo que es lo que se quedó en mis venas en el momento de abandonar al mundo acuático y empezar a respirar.
La mayor parte del tiempo intento no pensar en una de las cosas que más me jode, la puta soledad. Pero es inevitable encontrarme con ella en los pasillos interminables de la rutina, en el fondo de mi taza de te, en las madrugadas frente a la pantalla del computador. Está ahí como una sombra cruel que opaca mis deseos, mi autoestima. ¿Alguna vez se quedaron con un obsequio envuelto que nunca llegó a destino? Presiento que hay algo dentro de mí con un destinatario que aún no conozco, lo pernicioso del asunto es que temo que eso se vuelva carroña en mi interior.
Y estoy sola y no pretendo encontrar a ningún príncipe o alguna media color naranja o lo que mierda fuera de todas esas grandes mentiras que nos dicen cuando somos niñas y que nos creemos cuando llegamos a la adolescencia. Simplemente quiero sentir que vale la pena respirar, no quiero que me vengan con la filosofía gastada y económica de la realización personal, la independencia y todos esos mandamientos del mundo moderno, simplemente quiero saber que dentro de este putrefacto círculo verde hay razones para continuar. Quiero que aparezca alguien por el que valga la pena sufrir y llorar y reir y gritar y vivir.

jueves, 2 de agosto de 2012

A quién corresponda

 ¿Sabes una cosa? hoy estuve pensando en vos... ¡Fue tan raro! Me invadieron unas terribles ganas de saber cómo estás, de conocer como va tu vida, si es que lograste realizar tus proyectos, si mejoraron esos desequilibrios familiares que te hacían perder los estribos.
Me gustaría tanto que un día podamos charlar. No sobre nosotros, no quiero reproches ni disculpas tardías, no es eso lo que pretendo. Quiero simplemente sentarme en un café o donde sea a conversar sobre como va la vida, como nos trata el tiempo. Me gustaría tanto saber si sos feliz. Me haría tan bien saber que es así.
Si no te escribo directamente un correo es porque no tengo ganas de que malinterpretes mi curiosidad con nostalgia; no quiero que pienses que el mismo sentimiento que te profesé sigue adherido a mi garganta; hace ya algún tiempo que se fue: comenzó a bajar por mi pecho hasta el abdomen, en el invierno se mudo a mis talones y después de un tiempo sin que yo lo advirtiera se deslizó hasta las suelas de mis zapatos y lo perdí de vista, ya no se dónde ni cuándo. Simplemente me surgieron esas ganas locas de saberte vivo y feliz o como sea que estés, la cuestión es saber de vos. 
Creo que es verdad eso que dicen que hay personas que pasan un momento en nuestras vidas y nos marcan para siempre; esa es la razón que me lleva a preguntarme sobre vos. En aquél tiempo ("nuestro" tiempo) era la protagonista de cada uno de tus proyectos, tejimos un futuro juntos... hoy ya no hay nada "nuestro" pero creo, en realidad estoy segura, que todo esto que hoy soy es porque vos formaste parte de mí y quiero creer que hay huellas de mí en vos.