En un frasquito transparente guardo las razones para no enamorarme, es una especie de alcancía llena de "sin sabores".
Pero en mis cálculos no estaba chocar con tus canicas claras.
Miro el frasquito y mis argumentos, tan fuertes y claros hasta ahora, se vuelven confusos, oscuros, insolentes razones insípidas, cuando tus diáfanas canicas aparecen en mi mente; entonces guardo la alcancía en el subsuelo y me dedico a jugar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario